Es claro que en México como en muchas otros países de Norteamérica y Europa, existe la tendencia de tener cada vez menos hijos. Cuando en los años setenta el promedio era de casi 7 hijos por mujer, hoy es poco más de 2. Pero además existe un segmento cada vez más numeroso de mujeres que no tienen o deciden no tener hijos por cualquier razón.
Tener hijos ha sido durante siglos una de las metas que se daban por descontadas como modelo de vida. Todavía es común que cuando una mujer dice “no quiero tener hijos”, provoque extrañeza o incredulidad, especialmente en otras mujeres o mamás. Tiene que haber una razón muy consciente detrás de esa decisión, y cuando la hay ésta puede interpretarse como una crítica implícita a las que son mamás.
Estas mujeres todavía son víctimas de una presión social e incluso de un estigma que no arrastran los hombres que deciden no tener hijos, aunque poco a poco esto está cambiando. La maternidad que alguna vez se pensó como único destino para mujeres fértiles, hoy se trata cada vez más de una elección de vida sin dejar de provocar debate.
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Las estadísticas de fecundidad en México
En 1970 la Tasa Global de Fecundidad en todo el país era de 6.72 hijos por mujer, eran los tiempos de esas familias súper numerosas que se veían tanto en los pueblos como en las ciudades. En 1990 pasó a 3.35 hijos y en 2012 a 2.21 hijos. Esta tendencia se mantuvo en las proyecciones del Consejo Nacional de Población (CONAPO) en 2019, que se estimó en 2.1 hijos por mujer.
Además de esta tendencia a la baja, algo muy importante que revelaron estos datos y que en parte explican las razones para tener menos hijos –o decidir no tenerlos– es que en las zonas rurales hay considerablemente mayor fecundidad que en las zonas urbanas: 65.7% de las mujeres que residen en ciudades son madres, mientras que en zonas rurales son el 71.1%.
Entre las mujeres que hoy son madres, los porcentajes más grandes también se ubican entre las mujeres con menor grado de escolaridad, o al revés, mientras tienen mayor de grado escolaridad menos son madres: 88.3% de mamás tiene primaria incompleta o menos, 85.9% tienen primaria completa y 61.6% tiene secundaria y más.
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Las variaciones entre los estados también dicen mucho de manera implícita al tener en cuenta las condiciones socioeconómicas de cada estado. Así, por ejemplo, en 2019 la proyección para Chiapas fue la más alta en todo el país con un promedio de 2.71 hijos por mujer, y en la Ciudad de México fue la más baja con 1.47.
Esta proyecciones también sostienen que esta década será la primera en la que los mexicanos tendrán menos hijos de los que se necesitan para reemplazar a la población, es decir, menos de dos hijos por mujer considerando que son los mínimos necesarios para remplazar a una pareja de adultos mayores, un dato que ya es evidente en países europeos. Incluso se calcula que para 2050 la cifra bajará a 1.7 hijos por mujer, lo cual también tendrá como consecuencia el descenso de la población infantil en comparación con otros segmentos: cada vez menos niños y jóvenes, cada vez más adultos mayores.
Motivos circunstanciales o condicionantes
Las razones por las que las mujeres no tienen o deciden tener menos hijos van desde cuestiones familiares, educativas, económicas, profesionales, hasta psicológicas, sociales o ecológicas, o una combinación de todas. En el caso de México, se puede hablar de motivos condicionantes o circunstanciales, que también son consecuencias de ciertos cambios sociales y que por lo tanto son rastreables a los largo de las últimas décadas.
Así por ejemplo, la promoción de una educación sexual, mayor información sobre la planificación familiar, la prevención del embarazo no planeado en la adolescencia, la accesibilidad a métodos anticonceptivos o la difusión de los derechos sexuales de las mujeres. En conjunto, este tipo acciones han contribuido al concepto de la “libre elección de ser madres”, lo que a su vez ha abierto la puerta a otro tipo de criterios para “decidir” tener o no tener hijos.
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Tener o no tener hijos por decisión
En el 2018, The New York Times llevó a cabo un estudio en Estados Unidos para conocer los motivos por los que los adultos jóvenes –mujeres y hombres entre 20 a 45 años–no querían tener hijos o no estaban seguros. Aunque se encontraron muchas razones condicionantes –como una economía precaria o simplemente no tener tiempo–, también se encontraron una gran cantidad de razones estrictamente personales –como querer más tiempo libre, enfocarse en las relaciones que ya tienen o priorizar su carrera profesional. En tercer lugar encontraron razones que implican o surgen de cierta consciencia del mundo actual –como la preocupación por el crecimiento de la población y sus consecuencias, o el cambio climático.
Además de que todas estas razones son extrapolables a México, en conjunto significan que simplemente se priorizan otros “aspectos de la vida” (o del planeta). También es cierto que muchas veces los motivos no son tan claros, aunque tampoco lo son para sí tener hijos. En todo caso, las mujeres que son mamás no se enfrentan a la pregunta “¿por qué decidiste tener hijos?”, con la misma recurrencia que las que optaron por no tenerlos.
Términos y grupos internacionales
Ya sea para contrarrestar la presión social o simplemente para buscar normalizar esta opción, se han establecido diversos grupos y se han probado diversos términos para conjuntar y describir a las mujeres que no son mamás por decisión propia. Así por ejemplo, el concepto Children Free que describe la elección voluntaria de no tener hijos. En el Reino Unido existe la organización Population Matters que hace campaña contra el crecimiento de la población, considerando que contribuye a la degradación ambiental, al agotamiento de los recursos naturales y a la pobreza, por lo que aboga por no tener hijos como una forma de contrarrestar estos efectos.
En los extremos existe el Movimiento de Extinción Humana Voluntaria (VHEMT) por sus iniciales en inglés, el cual, a pesar de lo drástico del nombre, no persigue necesariamente este fin último pero sí aboga por no tener hijos como respuesta a una consciencia ecológica. También están los antinatalistas, que desde una postura más bien filosófica (o existencialista), consideran que es cruel traer al mundo vidas conscientes, “condenadas al sufrimiento”, hasta el punto que alguno de sus miembros ha llegado a demandar a sus padres por darle existencia.
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Mujeres NoMo: Not Mothers
El término NoMo (abreviatura en inglés de Not Mothers) es uno de los más populares con el que simplemente se busca describir a las mujeres que toman la decisión de no tener hijos por diferentes tipos de razones, ya sea circunstanciales, personales o de consciencia. Pero sobre todo surge como respuesta a la descripción común “mujeres sin hijos”, con la cual también se infiere que algo les hace falta –hijos– lo que a su vez podría tener evocaciones negativas como “mujeres incompletas”.
El término NoMo parte del concepto de “no maternidad” para nombrar y reconocer el deseo de las mujeres de no tener hijos, aunque después puedan cambiar de parecer. Finalmente ser o no mamá es un deseo fluctuante en el que influyen diversos factores, ya sea externos o internos, al igual que en toda la psicología humana.
No es un movimiento o grupo específico sino una tendencia social y cultural que plantea, finalmente, una forma diferente de ser mujer. Busca contrarrestar todos los prejuicios y mitos en torno la mujeres que deciden no ser mamás, por ejemplo, que tienen algún problema psicológico, son egoístas, no les gustan los niños, nunca estarán 100% realizadas como mujeres. Algo nada fácil tomando en cuanto no solo los siglos y siglos en los que ha prevalecido el concepto de maternidad como proyecto de vida, sino que la biología también juega su parte en la medida en que las mujeres pueden constatar en su cuerpo signos de fertilidad de manera constante.
Hijos o no hijos
Más allá de las tendencias y las estadísticas, de los grupos o los términos, lo fundamental es que tener o no tener hijos es cada vez más una decisión que se toma de manera consciente. Si tener hijos es una de las decisiones más importantes que se pueden tomar en la vida, significa que es mejor que sea una decisión personal y no impuesta por estructuras o modelos de pensamiento único que nos preceden. También significa que las mujeres hoy tienen mayor poder de decisión sobre sus vidas, y muchas sienten que la maternidad se ha convertido en una opción más, que hay otras formas realización personal y de vivir la feminidad que también necesitan ser reconocidas.
¡Nos vemos, con o sin hijos, en la red!
Fuentes:
https://www.nytimes.com/2018/07/05/upshot/americans-are-having-fewer-babies-they-told-us-why.html
